CONTAGIANDO HOSPITALIDAD

CONTAGIANDO HOSPITALIDAD
JUNTOS CONTAGIANDO LA HOSPITALIDAD DE SAN JUAN DE DIOS

27 agosto 2008

ENCONTRAR


Nuestro Buen Amigo Íñigo nos regala sus oroimenak – recuerdos con el título:


Recordando... PARA ENCONTRAR.


Cómo pasa el tiempo, y con él vuelan las hojas y las imágenes del momento.
A veces así ha de ser, que pase el tiempo, aunque creo que lo importante prevalece. Dejó su impronta
en el justo registro para volver (recordar) cuando “toca”.
Estos días las noticias hablan de duelos impuestos y sobrecogedores, de adioses accidentados y de
muertes impuestas, de relaciones mortales… también se las llevarán el viento y otras nuevas.
El verano va concluyendo, y lo más temido en mí, tiempos de soledad no han sido tales, se volvieron
oportunidad para serenar y mirar con más calma la honda imagen del año con tono maternal. De nuevo
las lágrimas han brotado porque así debía ser, porque queda por limpiar la mirada. Se extraña su voz
física y las siemprefrías manos en los paseos, pero una nueva sensación de guarda y de ternura va
haciéndose sitio.
Podemos recordar cuanto deseemos, porque la vida sigue, porque la vida sabe, porque la vida se abre
camino.
Si tuviera que encontrar la palabra que mejor describe estos meses sin lugar a dudas es la de ENCUENTRO.
Tiempo para estar y dejarse encontrar.
Tiempo para disfrutar y celebrar.
Tiempo para charlar y recordar los sueños.
Tiempo para compartir y enriquecerse.
Tiempo para conocer y dejarse sorprender.
Tiempo para construir y sembrar ilusión sempiterna.
Tiempo para ensanchar la tienda, porque hay cabida y deseos de acogida.
Porque he encontrado, quiero aprender a agradecer.
Porque he celebrado, quiero saber vestirme de fiesta.
Porque he soñado, quiero mirar con ojos de niño (abiertos y atentos).
Porque me he enriquecido, quiero no saberme solo.
Porque me ha sorprendido, quiero estar a su lado.
Porque tengo ilusión, quiero hacerla volar contigo como si de una cometa se tratase.
Porque sé de la acogida, la mesa está dispuesta…
Seguimos caminando hasta un nuevo encuentro.
Un cálido abrazo de aquel que se sabe encontrado, Iñigo

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