Como siempre, nuestro muy buen amigo Íñigo pone poesía a lo cotidiano...
Recordando... y abriendo UN AÑO NUEVO
Estamos de estreno, apenas unas horas de este año nuevo dado y proyectado. ¡¡A celebrar toca!!
Claro que no está de más echar un vistazo al año terminado. ¿Qué he dejado en él? ¿Qué me llevo
de él?
Siento las ausencias de seres queridos, seguro que tú también.
Siento la doliente enfermedad que merma nuestros cuerpos pero también nuestros ánimos.
Siento el cansancio de un año ajetreado por tanto trabajo contabilizado, será cuestión de
revisar objetivos y tareas.
Siento que no he sabido decir cosas por las prisas, por los tonos, por desconocimiento.
Siento la tentación de abandonarme, pero el corazón sabe que toca sonreír.
Siento la celebración matrimonial de parejas a las que aprecio y comparto su sí.
Siento el pan que preside las comidas y los momentos más importantes.
Siento la fraternidad que se reformula y se enriquece con nuevos rostros, con nuevos
compromisos.
Siento que vivo en un continuo nacer y desnacer, ejercicio de cada día.
No sé bien qué deparará el 2008, pero en nuestra mano sí está elegir cómo vivirlo.
Sembrar y caminar, creer y crecer pueden ser verbos motivadores para despertar decididos.
Tenemos todo un año por delante para hacer posible el sueño de nuestros corazones, a lo que
estamos llamados.
Te deseo un año de fecunda siembra.
Recibe un cálido abrazo, Iñigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario