"El DESIERTO, a veces, viene a nosotros.
De la misma manera que asistimos atónitos al avance de los desiertos, nos encontramos de pronto, en la vida, arrojados a experiencias de desierto que presentan variados matices.
El desierto, el desierto puro que no tolera ni la vida, acampa cuando experimentamos el sufrimiento y dolor inocente, la enfermedad destructora, la traición nunca sospechada, la muerte escandalosa....
Son experiencias, muchas veces, de fracaso, pérdida, silencio y abandono, ultrajes a la vida que desborda cada día en nuestras luchas, conquistas, disfrutes y goces" (Diego M. Molina)
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