"Un oso recorría constantemente, arriba y abajo, los seis metros de largo de la jaula.
Cuando, a cabo de años, quitaron la jaula, el oso siguió recorriendo arriba y abajo los mismos seis metros, como si aún estuviera en la jaula.
...Y lo estaba...para él..."
Los muros que nos aprisionan (a veces) son mentales, no reales (A. de Mello)
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