Por el recuerdo ayer de las personas autistas:
La Federación Autismo Madrid apoya la
carta
que el conocido periodista Andrés Aberasturi ha redactado al líder
nacional de Izquierda Unida, el manchego Cayo Lara, respondiendo a unas
declaraciones del político en las que se preguntaba si habría que seguir
apoyando la monarquía si al rey le saliese “un hijo tonto”. Nosotros desde aquí
también queremos apoyar esta carta.
El motivo de esta carta es
sencillamente explicarle algo que, por lo visto, usted ignora y todo hace
sospechar que desprecia: un hijo tonto. Yo tengo un “hijo tonto” Sr. Cayo
Lara y le podría explicar qué hemos hecho y que hacemos su madre, su
hermano, su familia, cada hora de cada día en los últimos 32 años.
Mire usted, se me ocurren mil formas de
cuestionar la monarquía bastante más inteligentes que decir lo que usted ha
dicho y que transcribo textualmente para quien no lo sepa: “No entendemos que
alguien por el hecho de ser hijo de, tenga que ser jefe de un Estado. ¿Y si
sale tonto? ¿Tenemos que cargar con un jefe del Estado tonto?” La primera frase
incluso la comparto plenamente, pero en la segunda me temo que no sólo no ha estado
usted muy afortunado sino que, más que ofender, ha herido a demasiada gente de
forma gratuita. Sabemos que no era su intención, faltaría más, pero cuando algo
se dice sin intención, es lícito pensar que de alguna forma funciona el
subconsciente y, en su caso, lo de menos es la realidad que ponía como ejemplo;
lo que duele es el desprecio que se traduce en ese “y si nos sale tonto”, en
ese “tenemos que cargar”. Ya, ya sé que habla usted de un presunto Jefe de
Estado pero eso no le justifica en absoluto. Ustedes -y hacen bien aunque
equivocados- se pasan el día con lo de “compañeros y compañeras” para no
discriminar a la mujer. ¿Qué le parece que podemos sentir todos los que tenemos
un hermano con síndrome de Down o un hijo con parálisis cerebral, eso que usted
llama genéricamente “tonto”?
Sé que algunos van a entender que
exagero, que saco las cosas de su contexto, que voy más allá de lo que en
realidad no deja de ser una expresión casi coloquial. Y ese es precisamente el
problema, que se hayan convertido en algo coloquial adjetivos como subnormal y
derivados. Hay tanto desprecio, tanta ignorancia del dolor y el trabajo y la
lucha y la alegría de quienes sí tenemos no un adjetivo sino una realidad
“subnormal” a la que amamos sobre todas las cosas, que oír lo que usted dijo en
RNE -y no he visto que haya pedido disculpas por ello, puede ser, pero yo no lo
he leído- nos produce primero incredulidad y luego desprecio. El mismo
desprecio que sentimos por el concejal de Izquierda Unida -mire usted, también
de IU- en el Ayuntamiento de Badajoz, Manuel Sosa, cuando en una
rueda se comentó sobre el accidente de Froilán que lamentaba “que
el nieto del Rey se haya pegado un tiro en el pie con la cantidad de sitios que
hay en el cuerpo para pegarse un tiro”.
Señor Cayo Lara, créame: así
no vamos a ninguna parte.
Ni suyo y afectísimo, firma esta carta
el padre de un niño tonto.
Andrés Aberasturi
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