Hoy en el mundo cristiano, los creyentes nos unimos en una misma plegaria para pedir a Dios que siga llamando a personas jóvenes para que entreguen sus vidas por los demás y, especialmente, por los más pobres.
Como Religioso Hospitalario puedo decir que luchar por la vida de los demás, trabajar por la justicia con los demás, pensar y crear para la liberación de los demás.....es algo muy grande y que da sentido a la vida.
De muy distintas formas el hombre y la mujer de hoy estamos necesitados de PUERTAS Y VENTANAS ABIERTAS.
Eso es lo que tenemos, entre manos, los religiosos: ABRIR PUERTAS Y VENTANAS, DESTRUIR MUROS de tantos tipos que dificultan a muchas personas ser eso: PERSONAS.
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