PROFETAS
Cristo nuestro:
Tu Padre y nuestro Padre siempre está enviando Profetas:
Los que llaman al compromiso, incluso político, por la justicia:
nos ayudan a “igualar” lo escabroso”
eliminando la desigualdad injusta,
envolviéndonos en la justicia de Dios:
libertad para los oprimidos,
pan para los necesitados,
acogida y amor para todos.
Los que denuncian la injusticia ecológica de alcance mundial,
nos incitan a un mundo habitable ahora y en el futuro.
Los que nos llaman a la austeridad solidaria,
nos invitan a comer y beber con mesura,
a vestir sin exceso de adornos,
a consumir teniendo presente que haya para todos.
Los que nos llaman al “dominio de sí”:
nos hacen conscientes de nuestros límites,
nos ayudan a respetarlos y acogerlos con ternura,
nos aportan serenidad, satisfacción y paz de espíritu,
nos evitan la ansiedad y la insatisfacción permanente;
nos llevan hacia la verdadera libertad:
siendo dueños de nuestros deseos,
gozando razonablemente de los placeres,
evitando el consumo compulsivo que genera injusticia.
nos regalan la “alegría del corazón”:
Experimentando pacíficamente la satisfacción de los deseos, viviendo la “pobreza feliz” como San Francisco.
Cristo Jesús:
Ayúdanos a preparar tu venida.
Que descubramos nuestros caminos hacia Ti.
Que seamos capaces de suprimir los vacíos,
superar el desaliento,
evitar las ambiciones exageradas,
corregir humildemente lo negativo,
eliminar la desigualdad injusta.
Que tu voz resuene en el desierto de nuestro corazón.
¡Ven pronto, Señor!
(Rufo González Pérez)
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