El viejo zapatero remendón, detrás de los cristales de la tienda, estaba siempre trabajando, absorto, concentrado, incurvado sobre aquellos zapatos destrozados, gastados, sucios, anticuados, como si fuera un cirujano, que rebaja, cortaba y recosía, curando las huellas del cansancio y las heridas de nuestro caminar a rastras por la vida.
Yo le llevaba alguna vez mis zapatos, mis botas para arreglar. Le compraba plantillas.
Y siempre me admiraba su labor de esperanza, de humildad, de realismo y de paciencia.
Hay quienes todo lo arreglan comprando cosas nuevas y tirando lo viejo, como si no tuviera ya arreglo.
Tú, Padre, te arreglas con lo viejo.
Solamente una vez empezaste de nuevo.
Después, siempre has tomado a los hombres como son, con nuestros rotos, miserias y pecados.
En vez de tirarnos a la basura como algo inservible y estrenar otros nuevos, prefieres arreglarnos.
Desde el comienzo de la historia, trabajas sin descanso, remendando, cosiendo, abrillantando la vieja piel del hombre. Ante cada remesa que llega hasta tu tienda, recomienzas de nuevo, lleno de confianza, la paciente tarea de la reconstrucción, hasta que, al fin, un día nos colocas flamantes. en la vitrina de tu tienda, en el escaparate brillante de tu Reino.
Cada vez que pasaba junto a la tienda de aquel humilde taumaturgo, recordaba a tu Hijo, trabajando en la Iglesia, recibiendo incansable toda clase de encargos, recogiendo amoroso imposibles trabajos, transformando lo viejo con sus divinas manos.
La Iglesia nunca dice: "Esto hay que tirarlo".
Acepta con amor cada par de zapatos que llevan a la tienda, y recoge el encargo.
Sabe que el Zapatero verá cómo arreglarlo.
(Alberto Iniesta)
2 comentarios:
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¡Hola! Buenos días.
¿Cómo estaís? YO genial preparando ya casi casi el tiempo de la cuaresma. El tiempo vuela y cada vez más deprisa.
Dar las gracias a las personas que me mantienen informada porque tambien es tiempo el que lleva el estar a la ultima en la noticias.
Un cordial saludo.
Juntos en la oración.
Montse (Zaragoza)
Para Juan Antonio de Diego,
Ya están los tiempos del cambio, ya se avecinan las llamaradas del momento de la Verdad, ya es tiempo de PAZ.
Jose Antonio.
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