Hoy, la tradición cristiana, dedica una Jornada especial de oración, recuerdo y plegarias por todos los Difuntos.
Todos tenemos alguien que ya no está junto a nosotros.
Hace mucho tiempo o poco; por el desgaste natural de la vida, o por una larga enfermedad; de forma brusca o en alargada agonía; con poca edad o ya muy anciano, etc....
Es el gran misterio de la Humanidad que, para los cristianos, tiene el trasfondo de la esperanza en la Resurrección.
Desde nuestro Blog, a modo de Oración por todos y, al mismo tiempo, implorando su cercanía en nuestras vidas, aunque de otra forma, reflejamos este bello texto de San Agustín:
Morirse no es nada importante…
Sólo me he ido al cuarto de al lado
pero yo sigo siendo yo,
igual que tú sigues siendo tú,
seguimos siendo lo que éramos
el uno para el otro.
Sigue riendo
con lo que nos hacía reír juntos.
Reza, sonríe, piensa en mí,
reza conmigo.
Que mi nombre se oiga en casa,
igual que siempre,
sin énfasis ni temor alguno.
La vida sigue significando
lo que siempre ha significado
es lo que siempre fue,
el hilo no se ha roto.
¿Por qué tendría yo que estar lejos
de tus pensamientos?
¿Simplemente porque tus ojos
no me ven?
No estoy lejos,
sólo estoy al otro lado del camino.
Todo va bien.
Sólo me he ido al cuarto de al lado
pero yo sigo siendo yo,
igual que tú sigues siendo tú,
seguimos siendo lo que éramos
el uno para el otro.
Sigue riendo
con lo que nos hacía reír juntos.
Reza, sonríe, piensa en mí,
reza conmigo.
Que mi nombre se oiga en casa,
igual que siempre,
sin énfasis ni temor alguno.
La vida sigue significando
lo que siempre ha significado
es lo que siempre fue,
el hilo no se ha roto.
¿Por qué tendría yo que estar lejos
de tus pensamientos?
¿Simplemente porque tus ojos
no me ven?
No estoy lejos,
sólo estoy al otro lado del camino.
Todo va bien.
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