"Si Dios es mi colega y no quiere otra cosa que mi felicidad, entonces para discernir cuál es su voluntad para mi vida tengo que convertirme en un experto en tirar pelotas incómodas a córner, y para ello no hay como dominar la muletilla del "no hace falta": no hace falta consagrarse para vivir la entrega a la misión con exclusividad, no hace falta arriesgar las propias seguridades para ser cristiano, no hace falta rezar para amar más y mejor a los demás; no hace falta dar lo que uno necesita, sinó sólo lo que a uno le sobra..."
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1 comentario:
Este "cristianismo", no es el que me enseñaron de pequeñita...el sentimiento de culpa estaba presente en cada cosa que hacas "mal· o no hacías.... Sin comentarios
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