Mi Dios es frágil,
es de mi raza,
y yo de la suya.
Él es hombre, y yo casi Dios.
Para que yo pudiera saborear la divinidad
Él amó mi barro.
A mi Dios le hizo frágil el amor.
Mi Dios conoció la alegría humana,
la amistad, el gozo de la tierra y de sus cosas.
Mi Dios tuvo hambre y sueño y se cansó.
Mi Dios fue sensible…
Mi Dios se irritó, fue pasional.
Y fue dulce como un niño.
Mi Dios tembló ante la muerte.
Mi Dios se alimentó a los pechos de su madre
y sintió y bebió toda la ternura femenina. (J. Arias)
es de mi raza,
y yo de la suya.
Él es hombre, y yo casi Dios.
Para que yo pudiera saborear la divinidad
Él amó mi barro.
A mi Dios le hizo frágil el amor.
Mi Dios conoció la alegría humana,
la amistad, el gozo de la tierra y de sus cosas.
Mi Dios tuvo hambre y sueño y se cansó.
Mi Dios fue sensible…
Mi Dios se irritó, fue pasional.
Y fue dulce como un niño.
Mi Dios tembló ante la muerte.
Mi Dios se alimentó a los pechos de su madre
y sintió y bebió toda la ternura femenina. (J. Arias)
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