"Perdone, Señor"
dijo el tímido estudiante,
"pero no he sido capaz de descifrar lo que me escribió usted al margen en mi último examen"....
-"Le decía que escriba usted de un modo más legible" (le replicó el profesor)
Y es que, a menduo, qué difícil es reconocer que los defectos que vemos en los demás, son nuestros propios defectos.
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