Hace unos días mientras el niño recibía su primera comunión su familiar intentaba recoger la imagen en su móvil y...no lo veía directamente; ayer disfrutando de unos espectaculares fuegos artificiales tenía al lado a una persona que quería "llevárselo todo" en su Tablet y...no disfrutaba de las imágenes en directo; diariamente cuando participo de la Eucaristía hay personas que siguen la misma con sus oraciones en sus móviles e...incluso en la Consagración están orando con lo que les refleja su móvil pero...se pierden el momento principal.
No sé pero creo que aquí está fallando algo.
Pretendiendo "tener" en nuestras manos "todo" disfrutamos de "nada" en vivo. Lo guardamos todo para no se sabe bien cuándo o, en todo caso, para hacer ver a los demás que tenemos "la exclusiva"....Quizás nos pueda llegar a pasar lo mismo con la vida
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