CONTAGIANDO HOSPITALIDAD

CONTAGIANDO HOSPITALIDAD
JUNTOS CONTAGIANDO LA HOSPITALIDAD DE SAN JUAN DE DIOS

10 enero 2011

ETA y el ego...

Lo he leido y me siento tan identificado... que lo comparto...


Leo hoy la declaración de ETA, leo a tantos políticos replicar y recontrareplicar…

Y pienso en el ego que cada uno nos construimos y cómo nos identificamos con él. ¡Qué difícil es destruirlo y dejar que se haga pedacitos! Qué difícil es pedir perdón por haber causado dolor, qué difícil es reconocer que nos hemos equivocado al elegir actos que hemos realizado en nuestra vida, qué difícil es poner un poco de mérito en el enemigo, qué difícil es dar el brazo a torcer, qué difícil es renunciar a unos cuantos votos…
Desde mi convicción férrea de que el derecho a la vida es irrenunciable y el mayor de todos, desde mi convicción férrea de que la mayor virtud humana es el respeto al otro como quiera que haya elegido ser, entiendo y valoro a personas, que aunque creo que equivocadamente, han elegido entregar su vida a una causa que en muchos casos les habrá llevado a vivir ocultas, renunciar a familias, comodidades…
También entiendo, valoro y reconozco a personas que han perdido la vida, la salud, la paz emocional, la pareja, el hijo, el padre… por razones que muchas veces ni siquiera iban con ellos.

Y siendo todo juzgable, no quiero juzgar, no quiero comparar. Simplemente admiro a quien es capaz de reconocer sus errores y pedir perdón por las consecuencias dolorosas de sus actos [y no estoy diciendo que eso sea lo que está ocurriendo]. Admiro a quien es capaz de perdonar lo imperdonable, de no vivir en la venganza o el resentimiento, de aceptar el dolor, de superar los hechos rindiéndose a lo que han sido, y dedicarse a seguir viviendo y a mejorar un poquito su vida y la de los demás.

En toda esta historia que ha lacrado nuestro pueblo durante décadas, hay muchos pequeños héroes que seguramente no pasarán a la historia. Ni siquiera lo necesitan. Los que sí lo necesitan, tienen mucho ego como para preocuparse de actuar desde su corazón.

Hoy quiero daros las gracias, a todos los que, en el bando en el que estéis, sois capaces de poner los valores humanos por delante de todos los ideales, por delante de todos los resentimientos. Gracias a vosotros, toda esta locura va a acabar pronto. Ahora sí.

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