Y ahora dicen que el gordito barrigudo, es un anciano bonachón, que vive en el Polo Norte y que viaja en un trineo acompañado de nueve renos.
Todo esto empezó en Asia Menor, con el nacimiento de San Nicolás a finales del siglo tres. San Nicolás encontró unos buenos propagandistas entre los vikingos, adoptándolo como protector de navegantes. Pronto lo difundieron por Rusia y el norte de Europa. En algunos países, aun se celebra el 6 de diciembre, San Nicolás, que vestido de obispo, subido en una burra blanca va repartiendo regalos a los niños.
En el siglo XVII, los holandeses que emigraron hacia América, fueron los que introdujeron estas celebraciones. Un escritor consiguió que, San Nicolás dejase de ser obispo y trasformarlo en un personaje alegre y bonachón, que montaba un caballo blanco volador con el cual dejaba los regalos a los niños por las chimeneas de sus casas. Los estadounidenses hicieron suya la fiesta y pasó a llamarse Santa Claus. Gracias a un poema, Santa Claus aparece en vísperas de Navidad en un trineo tirado por renos.
El Papá Noel que vosotros conocéis, se lo debéis a Coca Cola. El la Navidad de 1930, tuvo tanto éxito la campaña publicitaria que al año siguiente un dibujante lo retrató de tal forma que fuese inconfundible. Fijaros que aun solo ha cumplido los 77 años. Que se cree este, ¿ que nos va a mandar al paro ?.
Como sabéis muchos de vosotros, nosotros aparecimos en la vida pública hace ya como 2008 años, con motivo del nacimiento de Jesús. Algunos nos quisieron engañar, como Herodes, pero no lo consiguieron. Fuimos siguiendo una hermosa y brillante estrella hasta llegar a Belén. Allí fue donde encontramos a José, María y al niño Jesús.
Perdonad no haberme presentado antes, yo soy Gaspar, uno de esos magos de oriente que llegaron a Belén para conocer a Jesús y honrarle con algunos regalitos.
Melchor, que así se llama el más anciano de los tres, gran sabio y muy buena persona, con su gran barba blanca, se arrodilló el primero ante el niño y le regalo un cofre lleno de oro, representando su naturaleza real.
Después fui yo, Gaspar, astrónomo de profesión, el más joven y travieso de los tres. Imité a Melchor y me arrodillé ante el niño regalándole un cofre lleno de incienso, representando la divina naturaleza.
También entró Baltasar, de raza negra, gran sabio y muy tranquilo de carácter. Le regaló al niño un cofre lleno de mirra, representando su sufrimiento y posterior muerte.
Desde entonces es cuando decidimos regalar a todos los niños alguna cosilla que otra. No llegamos a regalar todo lo que nos piden ya que, no todos los niños han sido buenos durante ese año.
Después de tantos años regalando más que este gordito, Papá Noel, nos quiere mandar al paro. Se coló en los domicilios de los niños a través de la T.V. y para colmo, todos los centros comerciales venden su imagen como si fuera algo maravilloso.
Aunque el sabio de Melchor me dijo que no dijese nada y Baltasar me tranquilizo por la situación que estamos pasando, no hago más que pensar que por culpa de un anuncio publicitario de no más de 77 años, profano y solo con el propósito de gastar vuestros ahorros, nosotros en pocos años nos iremos al paro.
¡Ojala!, con la ayuda de vosotros nuestra situación pueda cambiar, no mandar a nadie al paro, suficientes hay ya en la cola, ser capaces de recordar que, a pesar de ese gordito barrigudo vestido de rojo, siempre habrá tres Magos de Oriente en el recuerdo de los papás y mamás de todos los niños que esperan con gran ilusión el regalo de la Navidad.
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