Si, mañana es 1 de Septiembre y para muchos es el día de volver a empezar.
VOLVER A EMPEZAR, nos puede sonar, de primeras, tanto a película de cine (fastuosa la obra de José Luís Garci con escenario en la bella ciudad de Gijón), como a un tema musical…
Dice la canción “Volver a empezar” de Alejandro Lerner:
“Volver a empezar que aún no termina el juego.
Volver a empezar que no se apaga el fuego.
Queda mucho por andar y que mañana será un día nuevo bajo el sol…
Volver a empezar. Volver a intentar…”
Sí, VOLVER A EMPEZAR, Volver a intentar…
En estas fechas de re-inicios de tareas, de Programaciones, de Proyectos… por retomar quizá nos pueda ayudar el pensar cómo nos solemos tomar cada uno de nosotros eso de tener que volver a empezar, de nuevo…
Evidentemente, no es lo mismo Volver a empezar “a negociar” tras repetidos golpes terroristas, que volver a empezar “a negociar” en un clima de diálogo y de paz; no es semejante volver a empezar cuando tras una discusión entre dos personas, se acude a lo que nos une y no a lo que nos enfrenta o separa para reanudar la relación; tampoco es igual volver a empezar cuando uno ha vivido muchos fracasos duros y fuertes en la vida, que cuando se vive el primer gran fracaso….
Son, evidentemente, muchos los posibles matices que pueden dar uno u otro color a nuestra disposición para volver a empezar, pero quizás hay algunos importantes que pueden abrirnos puertas o ventanas a la esperanza y al reinicio de la ruta…
Se trata, por ejemplo, de saber asumirnos y aceptarnos tal y como somos, con todo lo bueno y todo lo menos bueno, de tal forma que si hay que rectificar en algo, no nos va a suponer un hundimiento cara a la imagen que nos podemos haber creado de nosotros mismos, sino más bien, un impulso.
Se trata, de ir creciendo y madurando en la vida, para que, si en algún momento hay que volver a empezar en algo que ya habíamos intentado o gastado esfuerzos no lo vivamos como un fracaso sino como una oportunidad más para aprender y crecer.
Se trata de considerarnos todos hechos del mismo barro, con lo cual el ver al otro que tiene que volver a empezar no nos lleve a la crítica o burla sino a la más humana comprensión.
Los cristianos, para esto, tenemos el tierno abrazo del Dios que siempre quiere y está dispuesto a VOLVER A EMPEZAR su relación con nosotros, pase lo que pase.
A nosotros quizá, nos resulte algo más difícil pues tendemos a reprochar algo, lo que sea, al de enfrente pero nuestra fe nos anima y empuja, siempre, a poder recomenzar, a ese volver a empezar como un gesto de humanidad.
Por tanto, en esta nueva etapa del año, con horizontes inciertos o planes por desarrollar y caminos por descubrir, te animamos desde AVOSOTROSMISMOS a saber valorar la enorme grandeza y riqueza que tienes entre manos, si en alguna faceta de tu vida (o si quieres en todas), de nuevo, puedes VOLVER A EMPEZAR.
Sin duda, es UNA OPORTUNIDAD DE VIDA
VOLVER A EMPEZAR, nos puede sonar, de primeras, tanto a película de cine (fastuosa la obra de José Luís Garci con escenario en la bella ciudad de Gijón), como a un tema musical…
Dice la canción “Volver a empezar” de Alejandro Lerner:
“Volver a empezar que aún no termina el juego.
Volver a empezar que no se apaga el fuego.
Queda mucho por andar y que mañana será un día nuevo bajo el sol…
Volver a empezar. Volver a intentar…”
Sí, VOLVER A EMPEZAR, Volver a intentar…
En estas fechas de re-inicios de tareas, de Programaciones, de Proyectos… por retomar quizá nos pueda ayudar el pensar cómo nos solemos tomar cada uno de nosotros eso de tener que volver a empezar, de nuevo…
Evidentemente, no es lo mismo Volver a empezar “a negociar” tras repetidos golpes terroristas, que volver a empezar “a negociar” en un clima de diálogo y de paz; no es semejante volver a empezar cuando tras una discusión entre dos personas, se acude a lo que nos une y no a lo que nos enfrenta o separa para reanudar la relación; tampoco es igual volver a empezar cuando uno ha vivido muchos fracasos duros y fuertes en la vida, que cuando se vive el primer gran fracaso….
Son, evidentemente, muchos los posibles matices que pueden dar uno u otro color a nuestra disposición para volver a empezar, pero quizás hay algunos importantes que pueden abrirnos puertas o ventanas a la esperanza y al reinicio de la ruta…
Se trata, por ejemplo, de saber asumirnos y aceptarnos tal y como somos, con todo lo bueno y todo lo menos bueno, de tal forma que si hay que rectificar en algo, no nos va a suponer un hundimiento cara a la imagen que nos podemos haber creado de nosotros mismos, sino más bien, un impulso.
Se trata, de ir creciendo y madurando en la vida, para que, si en algún momento hay que volver a empezar en algo que ya habíamos intentado o gastado esfuerzos no lo vivamos como un fracaso sino como una oportunidad más para aprender y crecer.
Se trata de considerarnos todos hechos del mismo barro, con lo cual el ver al otro que tiene que volver a empezar no nos lleve a la crítica o burla sino a la más humana comprensión.
Los cristianos, para esto, tenemos el tierno abrazo del Dios que siempre quiere y está dispuesto a VOLVER A EMPEZAR su relación con nosotros, pase lo que pase.
A nosotros quizá, nos resulte algo más difícil pues tendemos a reprochar algo, lo que sea, al de enfrente pero nuestra fe nos anima y empuja, siempre, a poder recomenzar, a ese volver a empezar como un gesto de humanidad.
Por tanto, en esta nueva etapa del año, con horizontes inciertos o planes por desarrollar y caminos por descubrir, te animamos desde AVOSOTROSMISMOS a saber valorar la enorme grandeza y riqueza que tienes entre manos, si en alguna faceta de tu vida (o si quieres en todas), de nuevo, puedes VOLVER A EMPEZAR.
Sin duda, es UNA OPORTUNIDAD DE VIDA
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