Ante el abandono del posible rescate de nuestro montañero Oscar; Pablo, que hace un año participó en el rescate de su propio hermano muerto en una alta montaña, hacía unas declaraciones ayer, acerca de este cese del rescate y de la "filosofía" de la montaña y de los que la amamos. He entresacado algo que me parece interesante, en homenaje a Oscar y a tantas PERSONAS QUE SÍ QUEREMOS VIVIR COHERENTEMENTE Y CON MAYÚSCULAS:
P. ¿Es un sinsentido el alpinismo, una locura?
R. No, no, no. Iñaki tenía razón. Los locos somos los que no vivimos, los que no nos atrevemos a llevar una vida conforme a nuestras creencias. Fíjate, hay gente que proclama a la ligera que hay que vivir la vida pero es incapaz de sentarse a analizar su propia vida. Iñaki era capaz de llevar esa vida, con su carga, con todas las renuncias que implicaba, porque cuando eliges algo prescindes de muchas otras cosas. Lo fácil en ésta sociedad es ir por el carril, pero igual el paisaje es más bonito si te sales de la autopista, aunque llegues más tarde. Ya sabemos lo que nos espera a todos al final del camino, es algo que nos iguala, así que disfrutemos del camino. Atreverse a vivir una vida concreta, con sus riesgos, no sólo es valiente, sino sabio. Por eso creo que los alpinistas no son inconscientes, sino gente que sabe los riesgos que corre y está preparada. Los accidentes también ocurren en la carretera, el trabajo o en casa. La siniestralidad se puede medir, pero no hay una manera de medir la intensidad con la que vivimos. Iñaki vivió en 40 años lo que muchos no viviremos jamás.
R. No, no, no. Iñaki tenía razón. Los locos somos los que no vivimos, los que no nos atrevemos a llevar una vida conforme a nuestras creencias. Fíjate, hay gente que proclama a la ligera que hay que vivir la vida pero es incapaz de sentarse a analizar su propia vida. Iñaki era capaz de llevar esa vida, con su carga, con todas las renuncias que implicaba, porque cuando eliges algo prescindes de muchas otras cosas. Lo fácil en ésta sociedad es ir por el carril, pero igual el paisaje es más bonito si te sales de la autopista, aunque llegues más tarde. Ya sabemos lo que nos espera a todos al final del camino, es algo que nos iguala, así que disfrutemos del camino. Atreverse a vivir una vida concreta, con sus riesgos, no sólo es valiente, sino sabio. Por eso creo que los alpinistas no son inconscientes, sino gente que sabe los riesgos que corre y está preparada. Los accidentes también ocurren en la carretera, el trabajo o en casa. La siniestralidad se puede medir, pero no hay una manera de medir la intensidad con la que vivimos. Iñaki vivió en 40 años lo que muchos no viviremos jamás.
¿Nos atrevemos a juzgarles, a llamarles locos?
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