"Una langosta cuando queda en una parte seca de la superficie de las rocas, no tiene el instinto ni la energía suficiente para regresar al mar, sino que espera que el mar venga hacia ella.
Si el mar no llega, la langosta se queda donde está y muere, aunque el más pequeño esfuerzo le hubiera permitido alcanzar las olas, quizás a menos de un metro de distancia.
El mundo está lleno de langostas humanas.
Personas encalladas sobre las rocas de la indecisión y el aplazamiento que, en lugar de emplear sus propias energías, se quedan esperando que una gran oleada de buena fortuna los ponga a flote o los devuelva al mar" (Orrison Swett)
1 comentario:
En ocasiones, nos sentimos identificados con la langosta, cuando sea esta la situación, recordaré esto y daré el salto. Gracias
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