CONTAGIANDO HOSPITALIDAD

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JUNTOS CONTAGIANDO LA HOSPITALIDAD DE SAN JUAN DE DIOS

24 febrero 2007

¿ESPEJOS O APRENDER A MIRAR?




Desde nuestras realidades de vida junto a tantas situaciones de dolor, sufrimiento y marginación, la vida recobra otras perspectivas que, a veces, hacen relativizar muchas otras cuestiones que suelen aparecer, en nuestra cultura, como vitales e imprescindibles.


Junto a la Humanidad que puede derrochar un enfermo mental, un paciente terminal o cualquier persona muy deteriorada tanto física como psíquicamente surgen muchos interrogantes......
En este sentido te regalamos este breve texto de José Mª Rodríguez Olaizola, s.j.

"Necesitamos dialogar con la belleza y la fealdad.
Para destronarlas, si reinan, tiranas, en nuestras vidas.
Para saludarlas como una parte más de lo cotidiano.
Para domarlas si acaso aspiran a convertirse en nuestro único tesoro o nuestra peor pesadilla.
Para burlarlas si, pretenciosas, tratan de convertirse en nuestro gran criterio de aprecio o rechazo.

¿Qué te muestra el espejo, después de todo, en su superficie inmaculada, en sus dos pobres planos?. Muy poco. Nunca lo suficiente. No describe quién eres, ni qué sientes. No habla de tus lágrimas ni de tus sueños. No cuenta cómo es tu familia, ni dónde estabas hace diez años, o dónde quieres estar dentro de veinte. No comunica lo que te hace reír. Ni lo que lleva a que se estremezcan tus entrañas. No refleja tu bondad ni tu malicia. Calla el espejo tu fe y tus dudas. Poco dice, si acaso algo sobre tu forma de amar. Silencia tu voz de incontables matices. Si le logras confundir, no hablará del tiempo y sus huellas, tapará las cicatrices y disfrazará las heridas.

¿Y acaso es eso lo que vale?. ¿Encadenarse a un reflejo incompleto y tramposo?. ¿Perderse en un yo despojado de su riqueza insondable? ¡No! Aprender a mirar, desde la libertad y la lucidez, es la alternativa. Valorar, a uno mismo y a los otros, desde una humanidad sensata y fraterna. Dejar que se resquebraje la coraza de la apariencia para vislumbrar lo que hay adentro, allí donde cada uno de nosotros -y los otros- somos milagro, poema y canción."

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