UNA EXPERIENCIA DESDE NUESTROS AMIGOS EN QUITO Y AREQUIPA

SEGUIMOS DE EXPERIENCIA


En esta ocasión empezó nuestro viaje desde Quito (Ecuador), a nuestro destino, Arequipa (Perú).

El primer día, Quito – Piura: en la furgoneta de la casa nueve personas y mucho equipaje, toda una odisea de diecisiete horas.

El segundo día, Piura – Lima: después de sufrir con las horas de viaje del día anterior, decidimos seguir el camino en bus-cama. Catorce horas, que como las hicimos de noche y dormidos, se nos hicieron más cortas.

Tercer día, Lima-Arequipa: de nuevo optamos por el trasporte terrestre, el bus-cama. Otras catorce horas de viaje.

En Arequipa ya nos están esperando con los brazos abiertos a los voluntarios, representantes del Albergue de San Juan de Dios y del grupo de voluntarios españoles.

Acudimos a la casa de retiro que tienen los hermanos, “El mirador de San Juan de Dios”, una zona privilegiada llamada Carmen Alto, donde todo ya está preparado y en funcionamiento desde el jueves por la tarde y tempranas horas de la madrugada del viernes.

Durante todo el día del viernes van llegando distintos participantes al encuentro: voluntarios de las casa de Lima, Iquitos, Piura, Chiclayo, Cuzco y como no los de Arequipa, los anfitriones.

Por la mañana, un pequeño “city-tours”, nos llevó a conocer un poco más de esta preciosa Ciudad de Arequipa.

El II. ENCUENTRO INTERNACIONAL VOLUNTARIADO JUANDEDIANO, quedó inaugurado por el Hno.Antonio Recio.

El merecido descanso en camas, bueno algunos en literas, después de tres dias de viaje, se hizo corto cuando el desayuno y las exposiciones comenzaban a las siete y media de la mañana el sábado.

Uno a uno, casa por casa, durante toda la mañana expusimos nuestros trabajos.

Presentando y describiendo las casas a las cuales representamos, describiendo las actividades que los voluntarios realizamos en los distintos centros de la orden en Perú y Ecuador.

Después de almorzar y un pequeño descanso, el Hno.Enrique Miyashiro, nos expuso un taller de deflexión: SAN JUAN DE DIOS HOMBRE DE FE, HOMBRE DE CONVICCIÓN Y HOMBRE DE ACCIÓN.

Llegó la hora de la cena y con ello la cita de confraternidad, los voluntarios de las distintas casas presentan sus dotes artísticos. Por suerte, a nosotros nos toco los primeros en hacer reír a los allí presentes. La noche fue larga para los que quisieron seguir con la fiesta.

El domingo empezó madrugando, para el desayuno de las siete y media, y la continuación del taller del Hno.Enrique. Durante el taller, también tuvimos la oportunidad de participar individualmente y en grupo sobre lo que se había expuesto.

También durante la mañana, tuvimos a Rosario Torres, representante del MINDES-Lima, quien nos expuso La ley general del Voluntariado Nº 28238. Dicha ley nos dejo algo impresionados, ya que la ley existe pero no se aplica. Hubo muchas preguntas pero, pocas respuestas que nos aclarasen esa situación de la ley.

Después a mano alzada por todos los participantes, se seleccionó a Cuzco como la próxima sede para el III. ENCUENTRO INTERNACIONAL VOLUNTARIADO JUANDEDIANO, para el año 2008.

El Hno.Felix, fue quien presidió la eucaristía. Posterior una sopa riquísima de camarones fue nuestro almuerzo de clausura. Unos minutos después, nos llevaron de visita al impresionante monasterio de Santa Catalina.
Fotos, direcciones y teléfonos para la despedida le las distintas delegaciones.

Nosotros nos quedamos una noche más en Arequipa. Tuvimos la oportunidad de conocer al día siguiente más rincones de la ciudad y la suerte de hacer algunas compras.

Por la noche el viaje de regreso, Arequipa-Lima. Conocimos una zona con muchas cuadras llenas de miles de comercios y venta ambulante. Nuestra plata iba disminuyendo.

El mismo día, de viaje a Piura. Aquí disfrutamos de otro paseo a un pueblecito cercano donde nos dejamos los últimos soles.

Hacia las cuatro de la mañana salimos de Piura camino a Quito, con el doble de equipaje y un pasajero más. Temor ante la posibilidad de que en la aduana no nos dejasen pasar con tanto equipaje. El miedo se nos pasó pasado ya la frontera.

Después de otras diecisiete horas de viaje, llegamos a Quito, exhaustos y con muchísimas ganas de dormir en nuestras camas para poder descansar.

Mereció la pena ir hasta Arequipa, aun sufriendo el cansancio de los dias de viaje, por la experiencia del encuentro con los distintos Voluntarios Juandedianos: por las risas, los nuevos amigos, el taller de reflexión, la acogida de los Arequipeños, las ciudades que conocimos, los Hermanos… por todo y a todos muchas gracias.

GARKAI