Hace no mucho tiempo ha salido a la prensa el caso, curioso e interesante de un joven que, después de estar más de 20 años "oficialmente muerto" hizo ver que no era tal..
Reproduzco aquí algo de lo que él ha publicado después de este tiempo:
"Hace casi 25 años, mi mundo y el de mi familia se paró súbitamente. un accidente de tráfico cortó el cordón umbilical entre mi cuerpo y el exterior de manera brutal. El diagnóstico: síndrome del encarcelamiento. Estaba para el resto de mi vida encerrado en un cuerpo que no podía controlar...y alguien había tirado la llave para siempre.
A los ojos del mundo ignorante e incomprensivo, de repente era un joven deportista convertido en una planta. Estaba solo. Sólo me tenía a mí. ¿Pero tenía razón? De hecho, existía. Escuchaba, veía, sentía, pero sólo en las profundidades de mí, escondido de todos, aunque no de mí mismo.
Mi familia siguió creyendo firmemente en mi futuro. Esperaban algo que pudiera entrar en mi mente...Buscaron por todo el mundo. Y en esa búsqueda se encontraron con t'Weyerke (Centro de rehabilitación donde actualmente se encuentra Rom). En los últimos años, me he vuelto activo y vuelvo a tener contacto con mi entormno. Al principio, sólo podía responder a preguntas moviendo un dedo del pie. Ahora puedo hablar y comunicar con un facilitador de comunicación, o sea, sólo con la ayuda de otros.
La vida tiene una nueva dimensión para mí. Más de 40 años después de mi nacimiento, volví a nacer. Con la ayuda de mucha gente, me arrastré del limbo mental dedo a dedo. Cuando la comunicación con asistencia hace unos años me abrió la puerta de mi mundo, escribí un poema, un primer intento de mirar hacia las profundidades de mi ser:
Todavía me queda mucho camino.
Pero estoy muy contento del resultado.
A veces, me parece difícil y me siento muy solo.
Siento con plenitud, pero no siempre.
Quiero estar involucrado plenamente en mi propia vida.
Espero que me ayude buena gente.
Porque de ellos dependo.
Sé que mi vida es más positiva, después de todo.
No creo en las coincidencias. Pero justamente hoy un amigo me ha dado un motivo ¨para pensar¨, una cita de Goethe, quien quiera que sea: "A veces nuestro destino parece un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Pero esperamos que así sea, y sabemos que así será".
Para mí este tema me ha dado mucho que pensar sobre muchos temas: cómo somos los profesionales de cualquier campo a la hora de decidir sobre otros, la fuerza de la familia y su cariño hacia los suyos, la enorme fuerza interior que llevamos todos dentro, las posibilidades de humanizar por parte del voluntariado......
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