CONTAGIANDO HOSPITALIDAD

CONTAGIANDO HOSPITALIDAD
JUNTOS CONTAGIANDO LA HOSPITALIDAD DE SAN JUAN DE DIOS

16 noviembre 2006

DIA INTERNACIONAL PARA LA TOLERANCIA


16 de noviembre, Día Internacional para la Tolerancia

Deja que el viento corra entre tus manos.
Deja que la vida tome su sabor.
Deja que un instante bien vivido desate el alma de pasión.
Deja que lo bueno y malo que te ocurra sea punto de partida.

No hace mucho he escuchado “mi vida es un desastre, un completo caos”… miro quién se dice a sí misma ABATIDA, DESBORDADA, DES-CORAZONADA. Pero no, resuelvo añadir que no es así: que no es caótica su vida, ni tan dificultosa. Posiblemente, sucede, como a todos en determinadas ocasiones, que cuesta alzar la vista, reemprender la tarea (la marcha), y que demasiadas “bofetadas” al mismo tiempo a uno le dejan ciertamente dolido. Nos puede también el cansancio, las rutinas rutinizantes propias de cada día, la ausencia de balones de oxígeno para seguir jugando… pero, la vida tiene la capacidad de regenerarse, de verse oportunidad y desafío, y sólo así podemos seguir viviendo. Se puede si uno decide poder aunque lo sintamos difícil de realizar.

Estos días también he escuchado (y no siempre es fácil escuchar) relatos de vida que hablan de precariedad, de necesidad, de hambre, de desconcierto, de desesperanza. Y toca escuchar, no te puedes escapar ni evitar sentir cierto escalofrío, porque no se trata de relatos distantes, al contrario, son próximos, son conocidos, son los de cada día. Y aquí en la distancia corta es donde nos jugamos la mirada y el latir del corazón. Podemos ahondar en las causas, podemos interrogar sobre la descripción, podemos entender… ¿cómo acompañamos? ¿cómo continuamos? ¿cómo nos organizamos? No tenemos un telón de acero que cubra nuestros sentidos…

La vida es cuanto soñamos, cuanto creamos, cuanto nos dejamos, cuanto damos. Podemos como aquella viuda del evangelio (buena noticia de Dios entre los hombres y mujeres) dar los dos reales (lo único y esencial de nuestras ilusiones, de nuestros temores y esperanzas) o como el rico administrador que presupuesta las sobras (los porsiaca que uno siempre guarda y no cuentan en la contabilidad).

¡¡Vidas!! Cada día decidimos (también nos deciden, pero debemos hacer más nuestra nuestras vidas).

Os deseo una atrevida semana.

Un cálido abrazo, IÑIGO

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